DECLARACIÓN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE EDUCACIÓN SOBRE LOS INTENTOS DE MANIPULACIÓN IDEOLÓGICA EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS

Buenos Aires, 2 de diciembre de 2020

La Academia Nacional de Educación considera un deber ineludible manifestar su seria preocupación en relación con los intentos de manipulación ideológica en el ámbito de las instituciones educativas, que se han hecho públicos recientemente. Ellos se advierten en los contenidos de los diseños curriculares, en los materiales de estudio elaborados por distintas administraciones educativas así como en los textos que utilizan los estudiantes.

Por eso, ante esta preocupante situación, estima oportuno reiterar las expresiones vertidas frente a una circunstancia similar, en su declaración de agosto de 2012 sobre “Adoctrinamiento político partidario en las escuelas”. En síntesis, antes y ahora la Academia reafirma los siguientes principios consagrados en la Constitución Nacional, en los tratados internacionales con jerarquía constitucional y en la legislación nacional:

• Libertad de enseñanza y de aprendizaje.

• Derecho de los padres a elegir la educación para sus hijos de acuerdo con sus propias convicciones.

• Respeto a la dignidad de las personas que asisten a las instituciones educativas de todos los niveles en cuanto a desarrollar su capacidad para discernir con libertad y desarrollar el pensamiento crítico sin ningún tipo de adoctrinamiento político partidario.

• Pluralidad y diversidad cultural en el marco de la autonomía institucional.

En ese sentido, la Academia Nacional de Educación sostiene que, de acuerdo con lo establecido en el art. 3° de la Ley de Educación Nacional no.26.206, “La educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico-social de la Nación”.

Cumplir con estos claros objetivos requiere que en las instituciones educativas, que constituyen un ámbito público, se respeten la diversidad y la libertad académica y se estimule el debate de ideas y la búsqueda de consensos. Eso supone desterrar de las aulas el pensamiento único que termina por incitar al fanatismo.

POR EL PLENO,

José María La Greca
Académico Secretario